Doctrina
Dios es la existencia propia, que no tiene necesidad de ser creado, ya que Él ha existido siempre y es la causa de todas las cosas, incluyendo la dimensión del tiempo, a lo que Él no está sujeto. (Isaías 43:10; 44: 6; 44: 8; 1 Timoteo 1:17)
Creemos que el Hijo de Dios, Jesucristo, fue engendrado por el Espíritu Santo y nació de la virgen María, siendo verdadero Dios y verdadero hombre.
(Mt.1.18-20; Lc.1.35; Jn.1.1-14)
Creemos que el Espíritu Santo regenera al pecador y santifica al creyente, en el cual mora, para fortalecerlo, consolarlo y conducirlo en una vida de obediencia a Dios. Creemos, asimismo, que el Espíritu Santo enriquece a la Iglesia con dones espirituales, le da unidad y la guía en el cumplimiento de la misión que le fue encomendada por Cristo (Jn.15:16; 16:8-13; Tito 3:5; 1Cor.6:11; 12:11; Hch.20:21, Efe. 1:13-14).
Creemos que la Biblia entera es la Palabra inspirada de Dios y regla infalible de fe y conducta.
(Sal.119.11, 105; 2 Tim.3.15-17; 2 Ped.1.19-21)
Creemos en la creación y caída del hombre, por la cual se encuentra perdido, necesitando la salvación por medio de la fe en Jesucristo.
(Gén.1.26-27; Gén.2.7; Gén.3.1-13; Rom.3.23; Rom.6.23)
Creemos en la salvación y justificación del creyente a través de la sangre derramada por Cristo Jesús en la cruz, recibidas por medio de la fe en El.
(Rom.3.24; Rom.5.1; Rom.8.9-10; 1 Cor.15.3; 2 Cor.5.21; Ef.2.8-9; 1 Ped.3.18)
Creemos en la obra regeneradora y santificadora del Espíritu Santo en la vida personal del creyente, apartándolo de las contaminaciones del mundo.
(Jn.3.5-8; Hch.15.8-9; Tit.3.5)
Creemos en todos los beneficios que Jesús obtuvo para la humanidad a través de Su sacrificio en la cruz, entre los cuales está la sanidad divina por medio de la fe en El.
(Sal.103.1-5; Is.53.4-5; Mt.8.17; 2 Cor.5.21; 1 Ped.2.24)
Creemos en la resurrección de los muertos, la vida eterna de los creyentes, y el castigo eterno de los incrédulos o perdidos.
(Mt.25.41; Jn.3.16; Jn.10.27-28; 2 Tes.1.9; Apoc.14.11)
Creemos que los creyentes salvos cuando pasan a la eternidad van directamente a la presencia del Señor teniendo plena conciencia, donde gozan de la gloria y esperan la resurreción del cuerpo.
(2 Cor 5:6-9, Filipenses 1:22-23, Apoc. 6:9-11)
Creemos en la esperanza de los cristianos: el inminente retorno del Señor Jesús en Su segunda venida.
(Mt.24.27; Mt.26.64; Jn.14.2-3; 1 Tes.2.19; 1 Tes.3.13; 1 Tes.4.15-17; 1 Tes.5.23; 2 Tes.2.1-2; Heb.9.28; Stg.5.7-8)
Creemos en la responsabilidad de cada creyente, motivado por el amor de Cristo e investido con el poder del Espíritu Santo, de predicar este Evangelio en todo el mundo.
(Mt.28.19; Mr.16.15-19; Hch.1.8; Hch.4.29-30;)